Lo he vivido, lo he mamado
y le he buscado el sentido.
Lo he extrañado, lo he querido
y no por ello me aclaro.
Si es la flor del delito parte de su esencia
no pidas clemencia ni orla en tu vestido.
Dame pues la réplica que espero
y deseo desde que era niño.
Aquella que con prudencia
resuelva este acertijo.
Es posible que planee
sobre un terreno baldío
y posible es también
que me arrugue el convencionalismo.
Quizá aun no esté preparado para ser parte y juez.
Y es que el amor que me has dado es y será
un recuerdo de quien soy,
de un tiempo cruel, sin crueldad.
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