lunes, 26 de agosto de 2013


Demasiados días alejado de todo,
demasiados momentos para estar solo.
Triángulo de esperanza que me ayudas a continuar
centro de tu forma quiero ser
albergando en tu silencio todo ejemplo de bondad.
Basarme en tu máximo vértice debo,
concentrando toda fe en la fuerza que me das.

Solo espero y confío,
más allá del tiempo,
no encontrar a mi vuelta
duda alguna en el viento
que dirige mi destino.

Triángulo de esperanza que de ti puedo aprender
quisiera hacer de lanza, con permiso, 
y escoger corazones de venganza
que bombean por placer.
Espejo el buen hacer y la propia ignorancia
de un alma cruel que trampea tu camino.

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